Pues sí, nos la aplico, Mancera prepara las maletas para irse hoy mismo a buscar una curul ya segura como Senador y así tener el fuero que le urge después de que día a día salen a la luz sus triquiñuelas inmobiliarias, en obras, fotomultas y demás absurdos que ha realizado en la ciudad. Y para despedirse bien y que el público no lo extrañe, nos deja funcionando la L7 del Metrobús, una obra que solo beneficia a una empresa francesa de publicidad exterior, una obra que desfiguro Reforma, una obra que violo la avenida más emblemática del país, con muebles más grandes de lo aprobado, con más espacios publicitarios que los permitidos, con más destrucción que beneficios.
A partir de hoy los ciudadanos tendrán que caminar más, pagar más, en resumen, los ciudadanos que tienen que usar esa ruta hoy tendrán que gastar más tiempo y más dinero para llegar a su destino.
Y mientras Mancera cierra su oficina, se pinta de azul y olvida ese rosa con el cual decoro su cacareada CDMX, hoy olvida los ideales de la izquierda en busca de un fuero por aquello de que no gana la Barrales, por aquello de que se haga una investigación y salgan los muchos muertos que guarda en sus oficinas. Mancera necesita un fuero para que por más que lo cuestionen en el futuro el no tenga mayor problema, Mancera y su fuero servirán para que las ilegales fotomultas, su relación con el cártel inmobiliario, su omisión en la opacidad en la publicidad exterior, no le quiten el sueño.
Hoy que todo parece que se va hoy mismo, nos deja de regalo la L7 del Metrobús.
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