Lo ilegal de la publicidad exterior en las campañas políticas en la CDMX tiene varios responsables o culpables como uno lo quiera ver, los culpables son muchos y esos muchos tienen una coincidencia, la ley no les importa, y lo ilegal es su modus vivendi.
El primer culpable es el mismo gobierno de la CDMX, que sexenio tras sexenio ha anunciado un cambio de reglas en las leyes que rigen la publicidad exterior, pero esas reglas nunca han pasado de ser espectaculares anuncios que no logran nada, desde que el gobierno era una regencia, hasta hoy que es un gobierno, la CDMX no ha logrado poner orden en el caos de la publicidad exterior y no ha logrado poner orden porque no ha querido, porque no le conviene, porque va contra los intereses de los políticos, todos y cada uno de los políticos que hoy forman parte de la administración o el congreso, en algún momento tendrán que hacer uso de la publicidad exterior, entonces para que arreglan algo, que en los próximos años, en el corto plazo usaran para sus intereses personales, ya sea para ser alcalde, presidente, jefe de gobierno, diputado o senador, se antoja difícil que alguno de estos personajes que al menos cada 3 años utiliza la publicidad exterior vaya atentar contra estos espacios que usaran en pocos meses de nuevo.
Otro culpable es el la forma con la que el congreso de la CDMX, SEDUVI e INVEA han querido poner orden, en estos espacios de poder y responsabilidad se han cometido cientos de errores, el primero es que el congreso de la CDMX no hace un parlamento abierto donde se escuchen todas las voces, se invite a todos los responsables y que todos los involucrados en la industria sean parte de la nueva ley o reglamento, y sobre todo que los encargados de hacer este reglamento tengan una mínima idea de como funciona la industria de la publicidad. De SEDUVI sería importante que tuviera gente que entienda el mundo de la publicidad, que tenga dientes para poder hacer respetar la ley, y el INVEA debe de dejar de ser el brazo que todos los días extorsiona a los empresarios de la CDMX. Tal vez esto es imposible de cambiar, ya que, todos estan coludidos en la siguiente elección y no les interesa escuchar mas voces más que sus necesidades.
Y por último, sin pensar que aquí acaba el problema, es la industria de la publicidad, sin una autorregulación real y al cobijo de los actores del gobierno, la industria ha encontrado una forma de vida que se renueva cada 3 años, y que sabe que antes de la época electoral casi puede hacer los que le plazca, y aquí los culpables son todos, desde el anunciantes hasta el dueño del espacio.
Y así es el extraordinario circulo vicioso del negocio de la publicidad exterior, si queremos que se ordene lo primero será prohibir que durante la época electoral se utilice publicidad exterior.
