miércoles, 27 de mayo de 2015

Democracia vs. Publicidad

México esta saturado de anuncios, una cantidad de inverosímil de anuncios de cara a las elecciones federales y locales del 7 de junio de 2015, elecciones intermedias donde en algunos estados se cambia gobernador, congreso y presidentes municipales, en el caso del DF se cambian delegados y asambleístas, pero lo que nos lleva a reflexionar es que por lo general las elecciones intermedias son poco votadas, en promedio participa un 40% del padrón, por lo tanto se convierte ilógico estar expuesto a tantos mensajes, mensajes que aparte se distinguen por su falta de creatividad, falta de propuesta y sobre todo porque en muchos de los casos violan leyes del INE, de los Institutos electorales locales, del DF y de los Estados, de los municipios, estas atroces campañas de propaganda política lo único que hacen es aumentar en la población la desilusión que ya se tiene hacia los partidos políticos y los políticos.
La democracia no es un juego de anuncios, ni de pendones invadiendo lugares prohibidos, ni de potoshops de candidatos de frases huecas, ni de propuestas que no son viables, la democracia es la competencia de ideas y de propuestas aterrizadas, es la honestidad a la hora de competir, pedir y ganar el voto en la urna.
Nuestra clase política ha hecho leyes electorales donde al parecer creen que ganará quien más fea publicidad haga, con la menor creatividad y sin la menor propuesta.
Al menos en el DF, no ha habido un candidato que responda a los llamados de que retire su publicidad ilegal, todos ellos lo ignoran, y lo ignoran por la ciudad y sus habitantes no les importamos, y si volteamos a ver a las autoridades, estas desde un inició tienen la sangre y las ideas contaminadas porque son políticos, porque a ellos solo les interesa el negocio que es la política, les interesa proteger y que los protejan, es bastante triste ver como entre los partidos y los políticos diseñan leyes donde nunca o casi nunca puedan ser acusados por corrupción, por omisión o por incapacidad.
Pongamos atención en por quien votamos.

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