Cuando acceden al cargo juran respetar y hacer respetar la ley. Cuando ya están en el cargo, la ley es lago que ya no vale, que ya no debe respetarse y menos hacerse respetar.
Algunos tratan de darle vuelta a sus ilegalidades alegando que tienen "convicciones" y esas convicciones son superiores a las leyes, a la constitución, y entonces vamos entendiendo porque ciudades como la CDMX son un caos cuando se trata de respetar y hacer respetar las leyes. La máxima autoridad de la CDMX acaba de excusar su comportamiento ilegal según esto, porque ella tiene convicciones. La jefa de gobierno de la CDMX se ha convertido en una repetidora de los dichos de su vecino el presidente, y cree que por ser la consentida, la corcholata preferida, ella puede hacer lo que quiera así sea pasando por arriba de las leyes que emanan de la constitución. Ante estas actitudes pensar que se hará respetar una ley de publicidad exterior en la CDMX es tan solo un buen deseo, hacer respetar cualquier ley es tan solo un sueño, para ella las leyes son politiquería y demagogia.
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